Los 160 niños participantes de este año, de edades comprendidas entre los seis y los doce años y procedentes de los cuatro centros educativos, disfrutaron de una tarde tan didáctica como divertida. Por lo que el proyecto Semente pudo volver a la calle después del paréntesis obligado que había provocado la pandemia el año pasado. 

El edil de Educación, Jesús Celemín, entregó a los colegios San Pedro de Visma y Franciscanas los premios a las mejores cooperativas, mientras que el colegio San Francisco Javier recibió un cheque regalo por su implicación en el proyecto que lleva años siendo uno de los acontecimientos más esperados cada fin de curso. 

Al finalizar el mercadillo, los niños puedieron aprender otra importante lección y es que el trabajo duro tiene su recompensa, ya que toda la recaudación obtenida durante el mercadillo fue a parar a los bolsillos de los escolares que habían trabajado en sus productos a lo largo del año.