Pontevedra: Un modelo de transformación urbana y sostenibilidad
En las últimas dos décadas, Pontevedra se ha convertido en un referente mundial de transformación urbana sostenible. A finales de los años 90, el Ayuntamiento tomo una decisión que lo cambión todo: recuperar el espacio público para las personas, reduciendo el protagonismo del automóvil. Se peatonalizó el centro histórico, y se restringió el tráfico en gran parte de la ciudad, lo que generó una mejora notable en la seguridad vial y la calidad del aire. La velocidad máxima se limitó a 30 km/h, lo que redujo drásticamente los accidentes y la mortalidad en las calles.
Esta apuesta por una movilidad más segura y ecológica vino acompañada de la creación de amplios espacios verdes y zonas de encuentro social, promoviendo una vida urbana más activa y saludable. La reducción del tráfico no solo mejoró la calidad del aire, sino que también disminuyó el ruido urbano, haciendo de Pontevedra una ciudad más habitable. Este enfoque ha sido reconocido con numerosos premios internacionales, posicionando a Pontevedra como un modelo global de sostenibilidad urbana. La experiencia de la ciudad demuestra que priorizar a las personas sobre los vehículos mejora la calidad de vida y revitaliza el entorno económico, social y ambiental.
Este modelo ha demostrado ser exitoso no solo para mejorar la vida de sus ciudadanos, sino también para atraer turismo y reconocimiento internacional, convirtiendo a Pontevedra en un ejemplo a seguir en la planificación urbana del siglo XXI.